La pionera afro que transformó las toallas sanitarias.
Mujeres Invisibilizadas en la Historia
Restar importancia a las contribuciones de las mujeres puede resultar en serias repercusiones. Por ejemplo, a Mary Kenner se le denegó el reconocimiento de una invención que podría haber cambiado la vida de muchas mujeres.
A lo largo de la historia, muchas mujeres han sido opacadas y no reconocidas por sus contribuciones, resultando en historias olvidadas o desapercibidas. Esta falta de reconocimiento, especialmente en el ámbito científico, puede impactar negativamente en el progreso y en nuestra vida cotidiana.
Recuperando Historias Olvidadas
No obstante, en una iniciativa esperanzadora, varios textos contemporáneos buscan resaltar y recuperar la importancia de estas mujeres en la historia.
Zing Tsjeng, periodista del portal Vice, ha escrito una colección de libros lanzados en marzo en el Reino Unido, llamada “Mujeres Olvidadas”.
El Legado Inventivo de Mary Kenner
Una de las protagonistas es Mary Beatrice Davidson Kenner, una notable mujer afroamericana. La historia de Kenner es rescatada y contada por Tsjeng.
Nacida en 1912 en Charlotte, Carolina del Norte, EE.UU., Mary Kenner mostró una inclinación por inventar desde muy joven, una pasión heredada de su linaje. Por ejemplo, un ancestro suyo diseñó una señalización para trenes y su progenitor creó una plancha compacta ideal para viajes. No solo ella tenía este talento, sino también su hermana, que creó un innovador juego de mesa.
Según narra Zing Tseng, tras finalizar sus estudios secundarios en 1931, Mary ingresó a la Universidad de Howard. A pesar de su logro, tuvo que pausar su educación durante casi dos años por dificultades económicas. Su trayectoria estuvo marcada por la necesidad de financiamiento para registrar sus creaciones.
Desafíos y Discriminación: La Historia No Contada
Fue en 1957, cuando contaba con 45 años, que pudo obtener los fondos para patentar una innovadora faja diseñada para toallas higiénicas desechables. Este invento, que había concebido tres décadas antes, fue solo el comienzo, ya que patentó varios más. Este particular diseño de faja tenía la capacidad de ajustarse, contener de forma segura la toalla y evitar humedad, minimizando posibles accidentes y manchas en la vestimenta.
Mary Kenner, en una ocasión, fue abordada por una empresa que se mostró entusiasmada con la idea de comercializar uno de sus inventos. Llenada de esperanza, Kenner comenzó a soñar con el impacto positivo que esto tendría en su vida, visualizando propiedades, automóviles y un futuro próspero. Sin embargo, cuando un delegado de la empresa la visitó y descubrió que era una mujer afroamericana, la situación cambió drásticamente. A pesar de su talento y la viabilidad de su invención, la compañía retiró su interés tras conocer su origen étnico.
El Perseverante Espíritu de Kenner
Este incidente ilustra cómo las innovaciones que podrían haber sido revolucionarias estuvieron cerca de ser reconocidas. Durante esos tiempos, las alternativas para la menstruación, como los tampones, eran vistas con prejuicio, obligando a las mujeres a recurrir a métodos rudimentarios, como el uso de trapos.
A pesar de los desafíos, Kenner no se detuvo. A lo largo de los años, patentó otras ideas útiles, como un dispensador de papel higiénico innovador y una brocha especial para duchas. Aunque su genialidad se puso al servicio de la ciencia y la vida cotidiana, enfrentó obstáculos persistentes debido al racismo y la discriminación de género.
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